«El que pone toda su energía y toda su perseverancia en perseguir un solo objetivo, no puede menos que alcanzarlo. «
L a motivación o el impulso es característica principal del intelecto; tiene sus claves en la resistencia a la distracción y la concentración en lo que se hace. Por ejemplo, Newton dijo que había efectuado sus descubrimientos “pensando sin cesar en ellos”. El genio se destacó siempre por su aplicación intensa.
A la cumbre llega quien nunca se aparta de su especialidad ni disipa su
energía, por la concentración de sus energías.
Y hoy, “la concentración es la clave
de nuestra época”.
La concentración permite mejor percepción -no sólo mirar, sino ver-, mejor
concepción, no sólo pensar, sino extraer consecuencias-, más poder para
distinguir, -no sólo considerar las cosas separadamente, sino confrontándolas
entre sí, para destacar sus diferencias-, mejor memoria, -no para recordarlo
todo, sino aquello que interesa y que conviene recordar.
CARACTERÍSTICAS DE LA CONCENTRACIÓN
Concentrarse no es sólo pensar en una cosa determinada, sino revisarla por todos
los lados.
La concentración es inseparable del poder de observación, a tal punto que
también ha sido definida como “observación metódica e insistente, tanto de las
ideas como de los hechos”
LA OBSERVACION EXACTA ES UN ELEMENTO CLAVE PARA PENSAR CON CLARIDAD.
«El desarrollo del hábito de observación constituye una parte de la
educación de la mente, y los que lo practiquen encontrarán que la mente se
esclarece, aumenta en poder y se hace más fácilmente manejable; de suerte que
pueden dirigirla a un objeto dado mucho mejor que lo que podían hacer
antes».
Otro aspecto fundamental a destacar es que la concentración no es una actividad
física, sino una actividad mental.
También es necesario entender que la concentración no es una suma de
extraordinarias capacidades mentales, más bien es una resta: debe restarse la
dispersión.
En ese sentido, recordemos la famosa comparación con una lente de aumento, que
concentra los rayos solares a condición de que no se la esté moviendo.
LAS 4 REGLAS PARA UNA CONCENTRACIÓN EFICAZ
1. Elija un objetivo determinado, conviértalo en un pensamiento concreto, y
véalo en su mente con toda nitidez.
2. Asegúrese de que, tal como requiere el caso, está usted concentrando toda su
atención únicamente en ese pensamiento. No permita de ninguna manera que otros
pensamientos ocupen ni siquiera el más pequeño rincón de su mente.
3. Asegúrese de que en esa atención total convergen todas sus fuerzas mentales,
es decir, intensifique al máximo esa atención.
4. No se relaje hasta que el éxito de la acción de su pensamiento sea un HECHO
consumado.
El término “concentración”
deriva de dos palabras latinas, “con”, prefijo que expresa la relación por la cual
dos o más personas o cosas están juntas; y “centrum” que significa “centro “o “punto
fijo central”. Las dos palabras combinadas, literalmente significan “traer a un
punto común: al foco”. Por lo tanto, la
palabra “Concentración” significa literalmente “el acto o estado de llevar a un
punto fijo o foco”.
Recurriendo a las
analogías con las ciencias físicas, en seguida veremos que las altas formas de
energía se manifiestan llevando las fuerzas a un foco, centro o punto común,
dirigiendo de ese modo a dicho punto la entera energía empleada, en vez de
permitir que se disipe en una amplia área.
Otra definición interesante de la concentración es ésta: detención intencionada
y voluntaria del pensamiento en busca de una idea determinada, o en procura del
estudio de un problema.
LA IMPORTANCIA DE LA CONCENTRACIÓN
Si se ha dicho que el éxito es una conducta mental, bien puede precisarse que
la concentración es la clave de esa conducta.
TEME AL HOMBRE DE UNA SOLA IDEA, dice la sabiduría popular.
Elaborar la concentración es un esfuerzo consciente que lleva a la
capacidad de tomar conciencia y experimentar los procesos internos. Este nivel (la
calidad) caracteriza una actitud consciente del ser humano hacía la propia
vida. Hay que entender que, sin esfuerzo consciente, una persona no puede
involucrarse en un proceso de autoconocimiento y en el proceso de la
comprensión de un asunto, aceptando los conocimientos y la información.
Las personas a menudo subestiman la importancia de la habilidad de saber concentrarse, o confunden la concentración con la atención puesta en algo, o con un acuerdo interno (cuando el esfuerzo interno es reemplazado por la condición de asociar. La concentración requiere una recopilación interna constante. No debe haber tensión, sino justamente recopilación, cuando la persona no pierde el control de sí mismo y de la situación.
La concentración del ser humano depende del número de acciones incorrectas relacionadas hasta el momento con el comienzo del aprendizaje, en otras palabras, depende de cómo una persona desarrolló su conciencia durante su vida. Incluso entre personas con alta inteligencia el nivel de concentración es raramente suficiente para la conservación interna (cuando el proceso del pensamiento guarda la energía gastada en él).
Me gustaría señalar que el desarrollo intelectual no genera suficientes condiciones para el desarrollo de la capacidad de permanecer en un estado concentrado. El desarrollo de la concentración debe ser visto como un arte que contiene un recurso adicional para la conciencia. La concentración no destruye la energía existente, ante todo, la concentración la conserva y la mejora, ayudando al ser humano a llenarse.
Cada acción en la vida del ser humano está determinada por su llenado, en pocas palabras, por la experiencia de las sensaciones que acompañan al ser humano en el proceso de realizar algún acto. Si no hay llenado, la persona busca fuentes adicionales y emocionales que carecen de la insuficiencia de las sensaciones del proceso (consumo de noticias, búsqueda de alguien con quien conversar, intentos de inventar que hacer en el tiempo cercano, etc.).
El ser humano no puede no buscar la fuente del llenado si no sabe hacerlo internamente. Y aquí está la cuestión de con qué se llena y cuál es la fuente de sus deseos. Y si una persona comete actos sin concentración, entonces más toscos serán sus intereses y más fácil será encontrarlos. Pero una persona intelectualmente desarrollada tampoco puede realizar diferentes experiencias de las sensaciones si no sabe cómo utilizar su cuerpo y energía en un mecanismo cerrado de acción.
No se puede ignorar la dependencia de la concentración de la energía con la cual nace un ser humano y que ya ha gastado en el proceso de una vida desequilibrada. Cada uno de nosotros tiene una energía inicial diferente, y en la primera etapa no todo el mundo puede utilizar suficiente cantidad de energía para avanzar con rapidez en el desarrollo de la concentración. Es importante entender esto y medir las acciones de acuerdo con sus capacidades. Inicialmente, no debe intentar cubrir demasiadas acciones juntas inmediatamente, o se perderá la responsabilidad por lo que se está haciendo.
El arte del aprendizaje
Para la cognición del arte de aprender es necesario encontrar un punto de apoyo. Esto permite crear la práctica dando una progresión al desarrollo y apoyándose en la capacidad del ser humano de aumentar el nivel de la concentración. Para esto hay que conocer dos artes:
- el arte de encontrar el comienzo;
- el arte de la retención del objetivo.
Condiciones del aprendizaje
Las condiciones del aprendizaje asumen un permanente ritmo del trabajo enfocado y una habilidad de permanecer en el enfoque. Es decir, estamos hablando de cuatro pasos de comprensión que nos conduzcan al esfuerzo energético de la concentración:
- llenado;
- atención;
- foco;
- enfoque.
El estado sin retorno
Para lograr el estado sin retorno en este caso hay que tener dos esfuerzos permanentes:
- concentración;
- tomar conciencia.
Ambos esfuerzos deben estar relacionados. Es imposible elaborar la costumbre de tener concentración en poco tiempo, si todavía esa costumbre no está desarrollada. Por lo tanto, si no se ha desarrollado la habilidad de la concentración, no podrá surgir en un período corto de tiempo. Por lo tanto, si la concentración no está desarrollada, entonces las acciones conscientes no podrán ser lo suficientemente eficaces.
Cada acción debe convertirse en experiencia consciente, y cuanto realmente más permanecemos en esa experiencia, entonces más real será para nosotros la experiencia misma. A menudo la experiencia que las personas tienen no está adecuada con el concepto del auto desarrollo. Pero es precisamente de la experiencia que depende si la persona puede trabajar con la suficiente concentración, o ya está acostumbrado a trabajar sin concentrarse.
Las maneras para desarrollar la concentración están relacionadas con los principios de la existencia: se basan en la disciplina, la regularidad y la capacidad de permanecer en un esfuerzo duro y controlado de la existencia. Y si añadimos aquí otras prácticas y técnicas especiales, tendremos el mínimo que se requiere para comenzar el trabajo con la concentración.
¿Uno puede lograr un alto grado de concentración sin todo esto? Claramente no, pero si nació con un suficiente monto de energía que alimente al cerebro, tal persona sería capaz de realizar los objetivos de construir la conciencia sin un trabajo especial al respecto. Sin embargo, sin saber ahorrar energía, alguna vez llegará el momento del debilitamiento de las capacidades psíquicas.
Herramientas del aprendizaje
Son todas las prácticas estáticas y motoras que se hacen desde la perspectiva del desarrollo del enfoque.
Todo dueño de negocio tiene problemas para mantener el enfoque, sin embargo, para muchos las distracciones son constantes y terminan afectando su productividad. Síntomas como falta de atención, hiperactividad e impulsividad pueden dificultarte el tener un día productivo y cien por ciento concentrado. La clave del éxito es aprender cómo trabajar con estos síntomas, y no luchar contra ellos.
Te compartimos cuatro técnicas que te ayudarán a enfocar tu atención en el trabajo y a mantenerte más concentrado.
1. Identifica tu estilo de aprendizaje
Piensa cuál es la manera en la que mejor aprendes, y después organiza tu espacio de trabajo de acuerdo a ella.
2. Planea visualmente tu tiempo y tareas
Planea tu día por hora y revísalo cada cierto tiempo. Esto te ayudará a organizarte, definir el ritmo y aprovechar mejor cada minuto.
3. Libera el exceso de energía
Cuando necesites prestar atención durante una llamada o una reunión, lleva contigo un pequeño objeto con el que puedas jugar. Esto te ayudara a liberar tu energía mental.
Estudia siempre en un mismo lugar.
Realiza descanso cada 45 minutos.
Aprovecha al máximo la luz directa.
Adopta una postura ergonómica adecuada.
Acostúmbrate a una mesa ordenada, se pierde menos tiempo.
Otros consejos:
*Organizar previamente temario a estudiar y tiempos.
*Tomate el tiempo de hacer varias respiraciones lentas y en conciencia.
*Lee antes de estudiar de cualquier otro tema por 30 minutos.
*Fijación. Observa un objeto detenidamente y analízalo por dos minutos. Este ejercicio es buen entrenamiento para después aplicarlo por más tiempo al estudio.
*Aislamiento. Fijemos un horario para el estudio y si viene una perturbación, digamos una palabra “Concentración” o la que sea,para que nos devuelva a la atención.
*Pensar que es la última oportunidad para estudiar, nos da el sentido de urgencia y de dar el máximo esfuerzo.
Practicar cada día estas técnicas de concentración mejorará el rendimiento a la hora de ponerse a estudiar. Hay que tener en cuenta que la concentración es una habilidad que se desarrolla con perseverancia y fuerza de voluntad.