“Amar es la desinteresada tarea de construir espacios para que el otro sea quien es”Jorge Bucay
“Te amo no sólo por quien eres, sino por quien soy cuando estoy contigo”Gabriel García Márquez
“Jamás un Roble ha crecido bajo la sombra de un Ciprés”Psic. Maria T. García A.
Este artículo está basado en una entrevista que se me realizó el pasado 14 de Febrero en la radio (Frecuencia Tec) en la Ciudad de Monterrey, Nuevo León en el Tecnológico de Monterrey
Actualmente los miembros de una pareja pretenden ejercer su propia profesión o les interesa iniciar un negocio o empresa y se topan con la disyuntiva de “los tiempos” y prioridades, es decir, cada uno tiene su propio proyecto de vida y su intención es empatar el proyecto individual junto con el de pareja, de tal modo que ambos se realicen y al mismo tiempo cuiden su relación de pareja, lo cual no es nada imposible, claro! si existen pactos previos antes de unirse como pareja, situación que con mi experiencia me he dado cuenta que es medular, porque además se debe tener muy claro que quien no sepa negociar y conciliar, no se debe de casar….
Cuando una pareja está en una relación que edifica, ambos se sienten a gusto con su compañía, pero, sobre todo, a diario experimentan la ilusión de estar juntos y compartir las cosas buenas y malas que se presenten, ya que están en la capacidad de superar cualquier adversidad que pueda amenazar la tranquilidad que viven. Cuando una relación es sana, los conflictos se solucionan con menos dificultad, por la comunicación efectiva que emplea la pareja.
Una relación sana permite a sus miembros crecer en todas las áreas, pues se sienten amados, tienen el apoyo de alguien a su lado y tienen las ganas suficientes para llevar adelante proyectos que se tracen, sin idealizar ni romantizar.
El que una relación sea sana no quiere decir que la pareja no va a experimentar problemas, la diferencia está en que los saben solucionar de forma efectiva, porque cuentan con las herramientas necesarias para aplicar una comunicación certera, con la que pueden entablar un diálogo en el que expresen sus sentimientos.
Una relación sana no es la que no tenga discusiones sino aquella en la que las discusiones le dejan algo positivo a la pareja, la mayoría de las veces las parejas superan sus conflictos y sus diferencias para llegar a un nuevo punto de equilibrio, las no sanas pelean y pelean y no logran llegar a ningún arreglo. . Ahí es donde las habilidades cumplen un papel fundamental, porque la discusión se suele llevar a “buen fin”
Ahora bien, nos preguntamos y cuáles son esas habilidades? Bueno…
La primera es la comunicación, ya que es el decir lo que se piensa y se siente , es comunicarse positivamente, es hablar sin temor, con respeto en todo momento, pensar bien antes de tomar una decisión y entablar verdaderos diálogos de manera asertiva; con la información suficiente sobre el asunto a resolver y sin terminar una discusión en polémica. Discutir no es malo, hacer polémica si .
La segunda es el respeto y confianza, ya que esta última es la base donde se acuna una relación de pareja y el respeto es lo que permite su fortalecimiento. Hay formas de comunicarse que son inadecuadas y por eso se guardan resentimientos, se hacen reclamos y se toman represalias. En una relación sana, la pareja tiene capacidad de negociar y regularmente aplican el esquema ganar-ganar para sacar el mayor aprendizaje de la situación y poder llegar a un acuerdo que beneficie a los dos. La consideración y cortesía son básicas
La tercera es fundamental apertura y flexibilidad, pues el estar abierto a nuevas situaciones nos da alternativas de acción y por otro lado siempre he pensado que a mayor flexibilidad, mayor salud mental y emocional. Las parejas que poseen relaciones saludables están abiertas a los cambios propios de la vida que pueden alterar su rutina, por ejemplo, un cambio de trabajo, ascensos, desarrollo profesional, o de horarios o transformaciones que van más allá del interior de la pareja como cuando nacen los hijos o cuando crecen y entran a etapas difíciles. Es desarrollar la empatía, tolerancia y paciencia genuinamente.
La cuarta es la expresividad . Regularmente a los hombres se les dificulta más mostrar sus sentimientos; sin embargo las mujeres no están exentas de ello. La idea es decir lo que se piensa y se siente en el preciso momento, es no acumular resentimientos ni cólera, se trata de ir al día diciendo lo que se siente y lo que se piensa La comunicación no solo tiene que ser para discusiones , sino para tomar decisiones importantes y expresar lo que cada uno percibe de la relación que tiene. El sentido del humor y los momentos de diversión conjunta juegan un papel importante, amortiguan los momentos difíciles, los hacen más “llevaderos” Las emociones hay que hablarlas, sino se actuaran más tarde o peor aún se manifestaran en enfermedades.
La quinta es el Involucramiento, y para mí una de las habilidades más importantes ya que es comprometerse en la relación. Es dejar de ser un espectador de la vida misma y esto solo se puede lograr a través del autoconocimiento y solo así se puede estar para y con el otro. Es buscar un ambiente donde exista la preparación para que haya auto revelación, dialogo, proximidad y se llegue al conocimiento del otro a través de la comunicación profunda; es comprensión mutua.
Cuando hubo intervenciones en esa entrevista en la radio, me preguntaban los radioescuchas “ ¿Como saber si mi relación es sana y amorosa?” Bueno les conteste: La pareja sabe cuándo está en una relación sana porque los dos sienten ilusión, entusiasmo, ganas de estar juntos y compartir, se pueden visualizar a futuro y verse bien o mejor de lo que están, confían cada uno entre sí, sienten un respaldo y un apoyo (no de codependencia), se sienten comprendidos y piensan en un proyecto en común, les entusiasma emprender nuevos proyectos, y además se refleja en los demás ámbitos de su vida.
Me gustaría enfatizar que el tener tranquilidad en el plano sentimental, le permite a la persona emprender sus demás proyectos con mucho más ánimo y empeño, porque tiene una motivación importante, por el contrario, cuando la pareja siente que está en medio de una rutina en la que todo es igual y predecible, viven en medio de conflictos constantes, experimentan enojo, molestias , frustración y no pueden mantener ni la mínima conversación… y es ahí precisamente el momento en que la relación debe hacer un alto. Cuando la pareja atraviesa por una situación así, es el momento indicado para conversar y replantear la relación porque estos problemas se suman y pueden llevar a un gran conflicto, a veces es solo cuestión de buscar una solución a las cosas, conversar y llegar a un acuerdo, y otras veces es necesario buscar ayuda con un especialista. De ahí que en Psicoterapia para Todos tengamos una infinidad de cursos como el de Amor y Respeto en la pareja o Familia Reconstituida y además se cuenta con la facilidad de adquirir los audiolibros, los cuales son herramientas de gran ayuda para mantener un proceso terapéutico integral dinámico y mucho más efectivo.
Finalmente quiero comentar que aunque no es el tema en cuestión, es muy triste ver como las estadísticas se siguen elevando en divorcios, pero poca gente se prepara para unir su vida a otro, se deja llevar por intuición, luz divina, presentimiento, “vibra”, etc., en algo que debería ser tomado con toda la seriedad y responsabilidad del mundo, pues se está definiendo nuestro futuro amoroso. Yo les pregunto a mis pacientes, si te mandaran de repente del trabajo a hacer algunas supervisiones a Rusia. ¿Qué harías? Y me contestan, pues por lo menos me llevo un diccionario de mano e intento involucrarme con el País y sus costumbres. Y por supuesto les pregunto. ¿Cómo es posible que para un viaje de 15 días puedas tener este sentido común y para un viaje de mayor impacto no hagas ni lo mínimo?……
Psic. María Teresa García Aguilar