Sindrome del Emperador : Paso de un niño mimado a un niño tirano

Psic. Tere García A.Articulo MensualLeave a Comment

Estando sentada frente a una familia que ha llegado a pedir ayuda, me percato del nerviosismo del padre y la angustia extrema de la madre, sin dejar de percibir a un crío de alrededor de 8 años con un aire de superioridad y de dominio total de la situación, con una actitud retadora y desafiante…

Procedo a preguntar cuál es el motivo que los ha llevado a tomar terapia y pregunto quien quiere comenzar a hablar. El padre toma la palabra y comienza a decir que la situación es insostenible, que realmente quiere saber cual es el camino para solucionar tantos gritos, peleas; cuando de repente el hijo le arrebata la palabra y comienza a gritar diciéndole que es un inepto como padre y un bueno para nada!! , la madre con una postura encorvada no emite una sola palabra y el crío manotea y levanta la mano con los dedos abiertos en señal de que nadie le interrumpa y los padres sucumben ante tal conducta….. indiscutiblemente, estamos ante un caso de SINDROME DE EMPERADOR.

El hijo habla y habla y no deja de exhibir, de culpar y de ridiculizar a sus padres, yo le pregunto porque piensa todo esto y el continua “dándome la queja de la clase de padres que tiene”; le interrumpo con firmeza y le doy la palabra a la madre, quien con un tono de voz débil dice “no entiendo porque es así mi hijo, si le HEMOS DADO TODO!! , pienso para mis adentros justamente  por eso señora!!

 

Niños maltratando a sus padres… el Síndrome del Emperador (también conocido como el Síndrome del Niño Tirano) hace referencia a todos aquellos niños que se sienten reyes de su mundo y, en especial, de sus padres, a los que pueden controlar y maltratar con gritos, insultos, humillaciones e, incluso, con agresiones físicas.

Y la tendencia va en aumento. Cada año crece el número de denuncias de padres que se sienten maltratados por sus hijos. El Síndrome del Emperador es un problema que encuentra sus raíces en la infancia, y si no es tratado a tiempo puede degenerar en comportamientos agresivos durante la etapa adulta.

La sociedad consumista y la ausencia de límites han propiciado el Síndrome del Emperador (aunque se ha demostrado que los factores genéticos también influyen en este trastorno). Padres permisivos, desinteresados por sus hijos y/o sobreprotectores suelen propiciar esta patología. En estos casos, los progenitores sienten la necesidad de ceder ante las exigencias de sus hijos y concederles todos sus caprichos para tenerlos contento y evitar los conflictos a toda costa…pero, evidentemente, ésta no es la solución.

Asimismo, las estructuras familiares han cambiado propiciando el Síndrome del Niño Tirano. Los niños cuyos padres se han divorciado y no han logrado ponerse de acuerdo en la forma de educar a sus hijos, así como los niños procedentes de familias desestructuradas tienen más probabilidades de acabar convirtiéndose en niños tiranos.

¿Alguna vez te has sentido sin autoridad ante tu hijo o sientes que te ha manipulado? Son algunos de los síntomas del síndrome del emperador, un problema que puede acabar muy mal si no se toman medidas a tiempo.

 

Niños Tiranos

El síndrome del emperador: De las rabietas y los llantos a las exigencias, los insultos y los ataques. Así se transforma un niño mimado en un tirano, capaz de destruir la convivencia y la paz familiar. Para evitar llegar a esta situación, conviene marcar límites a los hijos desde que son bebés, ser firmes y educarlos en la tolerancia, desarrollando su conciencia y empatía

El berrinche

 

El problema de la actitud que está tomando tu hijo puede venir de mucho antes. Intenta recordar la primera vez en la que tu hijo hizo un berrinche y cómo reaccionaste ante ello. Puede ser que siempre hayas cumplido los caprichos que tiene y ahí pudo empezar el problema.

 

Los berrinches son comportamientos emocionales que empiezan desde el primer año de vida. Estos comienzan con llanto y pataletas, pero cuando los pequeños aprenden a hablar empiezan a utilizar palabras para manipularte o hacerte sentir mal emocionalmente.

 

Pregúntate cuántos berrinches has evitado con darle la razón o cumplirle la necesidad que expresaba con ese mal comportamiento, puesto que esta puede ser la razón por la cual tu hijo crea ahora que tiene mayor autoridad que tú y te imponga su voluntad.

 

 

¿Cuáles son las características del síndrome del emperador?

 

Debes averiguar si tu hijo realmente padece este síndrome para así poder pedir ayuda cuanto antes y solucionar este problema.

 

La conducta de un niño tirano suele ser parecida a la que tiene un niño con hiperactividad o TDA, aunque también puede presentar distintas conductas o actitudes parecidas a las que tiene una persona egocéntrica. Sin embargo, debes saber que no es lo mismo.

 

Estas son las características que puede presentar un hijo tirano:

 

– No acepta un no por respuesta

 

– Intolerante a la frustración

 

– Se muestra desafiante

 

– Egocentrismo

 

– Miente

 

– Es impulsivo

 

– No tiene empatía

 

– Exige atención constante

 

– Baja autoestima

 

– Exige todo

 

– Muestra insatisfacción por lo obtenido

 

– Justifica su conducta y echa la culpa a otros

 

Es probable que tu hijo haya ido sumando distintas características de un niño tirano a lo largo de este tiempo, o puede ser que por ahora sólo presente alguna, pero si no actúas pronto terminará siendo un enorme problema.

 

Los Síntomas del Síndrome del Emperador

Este término fue acuñado por el psicólogo Vicente Garrido. Según Garrido  (2005), el Síndrome del Emperador engloba todos aquellos casos en los que se dan las siguientes características:

  • El niño muestra una absoluta falta de moralidad, de empatía o de sentimiento de culpa
  • El Niño Tirano suele comportarse de forma tiránicahacia sus padres.
  • Laagresividad es un comportamiento común en estos niños.
  • El Niño Emperador suele enfrentarse con la madreal considerarla más débil físicamente. Según las estadísticas, el número de incidencias es muy superior en las madres que en los padres.
  • Estos niños suelen mostrar una baja tolerancia a la frustración y al fracaso, cuando no consiguen inmediatamente lo que desean.
  • Además, presentan una total incapacidad para aprender de los errores y de las consecuencias de sus actos.
  • El Niño Emperador es egocéntrico, todas las personas de su alrededor y, en especial, sus padres existen por y para satisfacer sus caprichos.
  • Demandan caprichos constantemente. La no satisfacción de los mismos suele terminar en berridos y berrinches. La satisfacción de los caprichos, por el contrario, genera insatisfacción y nuevas exigencias.
  • Las rabietas suelen tener lugar en sitios públicos para aumentar la presión sobre los progenitores.
  • Suelen mostrar uncomportamiento desafiante, despreciando cualquier tipo de autoridad.
  • Y, aunque pueda parecer lo contrario, estos niños por lo general suelen mostrar una autoestima muy baja.

El Tratamiento del Síndrome del Niño Tirano

Lo adelantábamos al principio del artículo: si se demora el tratamiento, el Niño con Síndrome del Emperador tendrá muchas más probabilidades de presentar agresividad en la etapa adulta (aquellos adultos que manejan inadecuadamente los conflictos y presentan una inestabilidad emocional constante en varias áreas de su vida) Por ello, un rápido diagnóstico es imprescindible para evitar que este trastorno acabe degenerando en problemas más graves.

De forma general, para prevenir el Síndrome del Niño Emperador es conveniente:

  • El establecimiento de normas y límitesconformes a la edad y maduración del niño.
  • La existencia de una pauta educativa común entre todas las personas que habitualmente se encargan del Niño (padre, madre, abuelos, cuidadoras, etc.) todos la es clave. Los niños saben aprovechar cualquier desacuerdo para alcanzar sus propósitos.
  • Los padres deben mostrar interéspor sus hijos, dedicándoles ratos de calidad. Sin embargo, una actitud excesivamente protectora también puede acabar desencadenando este trastorno.
  • Ayudando a mejorar su autoestimales ayudaremos a afrontar los problemas de un modo positivo.

 Consejos para evitar un hijo con síndrome del emperador

Después de haber detectado que tu hijo sufre este síndrome, deberás tomar acción sobre esta situación que está viviendo tu familia. A continuación, encontrarás algunos consejos que puedes utilizar para corregir a tu hijo:

 

1.- Pon reglas en el hogar. Si empiezas a notar que tu hijo se comienza a comportar con muchas libertad y actitudes negativas, será mejor que pongas límites dentro del hogar y el círculo familiar.

 

2.- Reconoce y ponle alto al problema. Una vez que hayas logrado identificar el problema de tu hijo, deberás hablar claramente con él.

 

3.- Sé firme con tu hijo. No te sientas mal por regañarlo o ponerle un castigo, simplemente lo haces por su bien.

 

4.- No pierdas la paciencia. No demuestres comportamientos negativos, puesto que esto podría afectar más la situación.

 

5.- Supervisa sus actividades. Pon atención a los demás ambientes en los participa tu hijo para saber cómo se comporta en clase o con sus amigos, por ejemplo.

 

6.- No caigas en su manipulación. Tu hijo intentará manipularte a través de emociones o palabras, deberás evitar caer y ponerle un alto en cuanto lo haga.

 

Recuerda que tu hijo se encuentra en una edad de descubrimiento y aprendizaje, por lo que, si tus comportamientos son buenos, él los aprenderá. Además de que está a muy buen tiempo para que lo corrijas y le enseñes el buen camino.

IMPORTANTE: “El tratamiento psicológico del síndrome del emperador se debe aplicar a toda la familia”. Recientemente se publicó en España  que más de la mitad de las intervenciones por violencia doméstica son agresiones de hijos a padres.

 

Sobre la temática, en México no hay estadísticas precisas, pues parte de la problemática para la investigación es que las familias mexicanas no denuncian, no tenemos datos reales al respecto, pero si podemos presumir que se presentan problemas constantes en los centros educativos.  Por lo pronto consideraremos datos de una universidad de España a través de  José Antonio Rabadán  (psicopedagogo del Hospital Mesa del Castillo) y Ana María Giménez, quienes  publicarían un artículo científico desde la Universidad de Murcia en octubre de 2014 en la revista International Journal of Psicology and Psicological Therapy bajo el nombre: “Validación de un registro observacional para la detección del Síndrome del Emperador en el aula”.

En síntesis, se trata de una herramienta para la detección del síndrome del emperador en alumnos desde las aulas por parte de los maestros. El artículo facilita una escala de observación dirigida a docentes de último ciclo de educación primaria y de secundaria para la detección precoz en el aula de este trastorno de conducta.

Según Rabadán, “es complicado detectar el síndrome desde los hogares, ya que es motivo de sentido de culpabilidad y vergüenza para los padres y en muchos casos se silencia hasta que la actitud se manifiesta en forma de violencia física”.

¿Qué debería hacerse para que la herramienta llegue a los maestros de forma eficaz?

Para obtener la validación definitiva de la herramienta de detección debemos realizar un estudio piloto en los propios centros educativos testando dicha herramienta con distintos profesionales del sistema educativo y con alumnos que muestren, y no, los síntomas descritos en la tabla tipo Likert con los 28 ítems. Y por supuesto capacitar a los docentes de manera constante y mantener una supervisión y contención directa para el desahogo de emociones de los mismos.

 

¿Cuándo debe un maestro tomar la iniciativa de aplicar la encuesta a un alumno? ¿Bajo qué criterios?

 La responsabilidad inicial recae en el tutor, ya que, después del entorno familiar, es el profesional que más tiempo interacciona con los niños. Esto le capacita para detectar los cambios de conducta y las interacciones que establece con el grupo normativo. En el caso de iniciarse un cambio en el cual se detecten conductas descritas en la tabla que hemos propuesto, sería el momento de iniciar el proceso.

Eso sí, al docente no lo podemos dejar sólo en el proceso y menos aún responsabilizarlo en exclusividad. Ahora, más que nunca, estamos demandando al docente una importante ampliación de las competencias de su desempeño, cuestión que ha de estar apoyada por parte de las instituciones con la formación, el apoyo institucional pertinente y por supuesto la familia.

Una vez aplicada la encuesta y obtenido un resultado en el que el síndrome del emperador está afectando al alumno o alumna, ¿Qué debe hacer el maestro? ¿A quién se lo debe comunicar?

 La comunidad educativa debería tener establecidos mecanismos para iniciar el abordaje de estas situaciones en caso de ser detectadas. Iniciado el proceso, si los profesionales y tutores legales no establecen mecanismos de eliminación de estas conductas, el pronóstico es desalentador: Marginación y exclusión, drogadicción, Nini, pandilleros y múltiples denuncias por apropiaciones indebidas y agresiones a padres. Por ello, hemos de concientizar a los padres de que en caso necesario se han de abordar también las medidas judiciales.

 

Si los padres no son receptivos con la información, ¿qué debe hacer el maestro?

Comunicarlo a las autoridades educativas, sociales y en caso necesario judiciales. Este proceso no es de regresión espontánea. La única forma de eliminar estas conductas es con tratamiento especializado, tanto del niño como de la familia, por lo que “mañana será mejor”, “ya no va a pasar más” o “cuando madure”, no funciona.

Para un tratamiento correcto del síndrome del emperador, debemos establecer un proceso psicoeducativo para todos los actores de esta situación (la familia al completo)

¿En qué consiste un tratamiento precoz de síndrome del emperador?

Partiendo de las tres características fundamentales que determinan las características del síndrome del emperador, 1.  dificultad para mostrar culpa y arrepentimiento sincero,2.  incapacidad para aprender de los errores y de los castigos y 3. conductas habituales de desafío, mentiras e incluso actos crueles (hacia la madre y hermanos fundamentalmente), hemos de establecer un abordaje multidisciplinar y desde todos los ámbitos que incidan potenciando estas conductas. Debemos establecer un proceso psicoeducativo para todos los actores de esta situación (la familia al completo) a la vez que debemos establecer unos límites relacionales y un tratamiento cognitivo-conductual y modificación de conducta hacia el niño (resolución de conflictos, autoestima, habilidades sociales, empatía, etc..). Al mismo tiempo, la institución escolar, por medio de los equipos de tutores, orientadores y equipos directivos, tienen un papel protagonista en esta situación. Si con estas medidas iniciales no se obtiene los resultados esperados, por el proyecto vital de todos los miembros de la familia y la propia calidad de vida, se ha de recurrir a los servicios sociales y judiciales, en el caso de que fuera necesario.

Se está perdiendo una parte fundamental del ser humano, el sentimiento de culpa, que es lo que nos hace del todo humanos.

Tenemos una sociedad llena de incertidumbres y escasez de proyectos vitales y valores. Estamos inmersos en la necesidad de la inmediatez y del hedonismo y los referentes sociales existentes no son precisamente el mejor de los espejos para reflejarnos. La corrupción social, la falta de sentimiento de culpa, el fracaso de los valores religiosos, el cambio de estructura de la familia y los roles de los participantes de la misma hacen pensar a nuestros jóvenes que los sentimientos de culpa por los actos realizados provienen de otro tiempo y otra cultura y que todo se justifica para conseguir nuestros fines y deseos. Se está perdiendo una parte fundamental del ser humano, el sentimiento de culpa, que es lo que nos hace del todo humanos.

La unificación y puesta en marcha de criterios de intervención y derivación de estos niños debería ser el objetivo principal de nuestros esfuerzos.

 

PREVENCION

Los padres deberían insistir en tres puntos:

Primero, desarrollar de manera intencional y sistemática las emociones morales y la conciencia de los niños y adolescentes, dándoles oportunidades para que practiquen actos altruistas y que extraigan lecciones morales

Segundo, poniendo límites firmes que no toleren la violencia y el engaño

Tercero, ayudándolos a que desarrollen habilidades no violentas que satisfagan su gran ego, su imagen de ser especial.

Pero no todos los niños o adolescentes que utilizan la fuerza física o verbal contra sus progenitores padecen este síndrome. El psicólogo José Antonio Rabadán asegura que en menos de un 1% de los casos de jóvenes violentos con sus padres la causa hay que buscarla en alguna enfermedad psiquiátrica.

El autor de diversas publicaciones, entra la que destaca Los hijos tiranos: el síndrome del emperador (2005),Vicente Garrido, concluye con esta frase: “Queremos a los hijos, es ley de vida, no nos gusta que sufran, ni siquiera pequeñas contrariedades. Pero si recordamos que una vida plena de sentido exige esfuerzo y —por qué no— un dolor emocional relevante, sacaremos lo mejor de nosotros cuando les demostramos que su voluntad no rige el mundo”.

¡Si requieres ayuda, no dudes! Agenda una cita y adquiere el audiolibro “El éxito en la vida estriba en la manera de relacionarse”; ahí se menciona uno de los factores de mayores urgencias en la actualidad: Disciplina. ¡Fijación de límites!